Adiós 2020

Qué difícil año... es lo primero que se me viene a la cabeza después de escribir el título de éste post. 

En definitiva un año de pérdidas en muchos sentidos, pero también aprendizajes extraordinarios. 

Experimenté la ansiedad, el miedo, la tristeza en su máxima expresión, la angustia y la desesperación. Pero también me hice más fuerte, más tolerante, más paciente, me acerqué más a Dios, a mi familia, valoré las cosas que tengo, a las personas que están a mi lado, a disfrutar más a mis hijos, a hacer un mejor equipo con el flaco, a entender y saber que es lo que más quiero para mi familia, definitivamente a ver la vida desde otra perspectiva. 

El año me tomó, me metió a un tornado... me dio una santa sacudida que no me esperaba (jajaja...) pero aquí estoy... sacudiéndome y quitándome los restos de éste año, tranquila, y en paz conmigo misma.

Como dice mi padre... años pares son de pesares, años nones son de dones. Así que, espero que este 2021 sea mucho mejor para todos, que esas pérdidas que tuvimos nos fortalezcan y nos hagan mejores. 

No puedo estar más agradecida por tenerlos en mi camino y poder disfrutarlos. Como siempre les mando un abrazo grande.