Tiempo

Ayer, mientras manejaba rumbo a mi trabajo me puse a pensar en que muchas veces nos preocupamos por cosas que no deberían de tomar tanto espacio en nuestras mentes. 

Tenemos la mala costumbre de traer el tema del trabajo en la cabeza todo el día, que si lo hice, que si no lo mande, que si no lo terminé..., los quehaceres de la casa pendientes, cuentas por pagar, actividades por hacer. ¿En qué momento nos ponemos a disfrutar de las pequeñas cosas que marcan una diferencia en nuestras vidas? Despertar cada mañana sano, disfrutar de una fruta, escuchar a las personas que queremos, observar las nubes, respirar profundamente, relajarnos, reírse por cualquier cosa, disfrutar de la familia, aprender de la experiencia de los abuelos, escuchar historias, degustar una comida, tomarse el tiempo. 

No digo que nos olvidemos del trabajo, ni de las cuentas, ni de las actividades ni volvernos unos irresponsables y andar por la vida oliendo flores, no. 

Pero creo que es importante tomarnos ese tiempo día a día, que créanme es necesario. 

Aunque suene trillado, vivimos corriendo, siempre con el tiempo contado, siempre con cosas pendientes, siempre de prisa...¡qué manera de vivir!.

Hace poco mi mamá platicaba conmigo y me decía… Susy, no todo tiene que ser todo perfecto. 

Esa frase ha estado en mi cabeza los últimos días y tiene razón siempre trato de que mi casa este perfecta, que mi hijo tenga sus cosas perfectas, que mi comida este perfecta, que mi trabajo sea perfecto, que mis evaluaciones sean de diez, que mis relaciones lo sean… y cuando algo no sale como yo lo quiero, viene el caos en mi cabeza y ese es el cuento de nunca acabar, creo que es momento de tomarse el tiempo para disfrutar. 

Te invito.