Me encuentro en mi casa, son las 11:14am... en el comedor, tomando un café un poco cargado.
Estoy de regreso.
Me tarde digamos unos cuantos meses, casi un año en regresar, me convertí en mamá y la demanda del tiempo es muuuucha.
Sí... nació Patricio y yo soy la mujer más feliz de todo este universo.
Gracias a Dios es un niño muy sano, muy travieso, muy risueño y muy juguetón.
Aunque también tiene su carácter no lo puedo negar.... tenía que salir a mi.
Han pasado demasiadas cosas durante estos meses, una de las mas importantes obviamente ya mencionada es el nacimiento de mi bebé. Además, tomé decisiones importantes.
Una de las razones por las cuales dejé mi otro blog con el que tenía ya más de 4 años y una información muy hermosa que desapareció, fue mi trabajo.
Trabajé durante 4 años en una empresa con giro educativo, inicie dando clases y después me convertí digamos en la mamá de 200 personas.
No tenía tiempo ni para mi, me empezó a consumir demasiado tiempo y decidí dejar este mundo. Debo confesar que sentía que un pedazo de mi se había ido (no juego). Escribir me relaja y hace que yo sea más feliz.
Después de esos 4 años, digamos que hubo algunos cambios administrativos en la empresa donde yo trabajaba .... que al final de todo, no me gustaron. Me empecé a enfermar, a estresarme mas de la cuenta, sin contar que casi no veía a mi bebé por estar metida en el trabajo día y noche. Dejé de disfrutarlo.
Luego de mucho pensar.... decidí renunciar. (sonido de lluvia con rayo cayendo)
Una cosa maravillosa, me di cuenta que muchas veces tenemos que renunciar al éxito profesional, porque en mi caso... ahora mi prioridad es otra: mi hijo.
No puedo ni quiero dejar pasar sus primeros años a mi lado.
Me costo uuuuunnn montón tomar esa decisión, pero ahora.... soy inmensamente feliz y para nada me arrepiento de mis decisiones.
Sigo como diseñadora y dando clases además de conocer otras universidades y nuevas personas también.
Lo mejor de todo es que estoy aquí...
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