lunes, 6 de noviembre de 2017
Gran Susto
Nos fuimos el fin de semana a visitar a mi familia, tenemos que manejar unas cuatro horas de camino para poder llegar.
Salimos como a eso de las 3:00pm después de organizar nuestros respectivos trabajos y podemos salir "con mas tiempo" para tener muy poco camino ya de noche, pues como saben ahora con este tiempo la oscuridad cae más temprano.
Pues allá íbamos... el flaco, mis hijos y yo.
Cuando faltaba como una hora por llegar y la noche ya había caído, al pasar una curva... ¡ZAS! se escucha un sonido super fuerte y la camioneta se mueve un poco.
Me asuste demasiado, puedo describirlo como si mi corazón se me hubiera salido por la boca, y por instinto me acerque a mis hijos para ver si estaban bien, ellos como si nada... iban entretenidos viendo una película y no se asustaron tanto como yo.
El flaco empezó a frenar con tranquilidad pues se escuchaba como si algo arrastrara, de inmediato pensé que había chocado contra algo y que se había dañado la camioneta por la parte de enfrente.
Me dice, al pasar la curva había una llanta de un trailer en medio de la carretera, pude sacarle un poco la vuelta y solo pego de un lado. Se detiene y revisa que pasa, nos percatamos que el carro que iba detrás de nosotros volantea y se sale de la carretera, varios carros se empiezan a detener para ayudarlo.
Nos percatamos de que la camioneta no estaba tan dañada al parecer solo era un plástico que tenía en la parte de abajo que se había despegado, seguimos nuestro camino.
Faltando media hora para llegar, el dichoso plástico se vuelve a soltar y nos tuvimos que detener pasando unas vías del tren.
De pronto mientras el flaco lo arreglaba, veo que una camioneta se para atrás de nosotros y se bajan tres tipos.
¡no no no no!... si me había asustado por el choque, ahora me asusté peor por los tipos. Miles de ideas pasaron por mi cabeza y yo lo único que hice fue quedarme con mis hijos y abrazarlos, le mande mensaje a mi mamá de lo que había pasado muy despistadamente para que mínimo supiera donde estábamos y bajo que circunstancias.
Gracias a Dios los tipos se habían bajado para ayudar, le dieron al flaco un alambre para poder amarrar bien la vista caída.
Seguimos nuestro camino y ¡por fin! llegamos sanos y salvos a nuestro destino.
¡Qué susto!...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sí, un buen susto.
ResponderEliminarMe alegra saber que todo acabó bien.
Salu2, Susy.
muchas gracias Dyhego :)
EliminarHola Susy, el miedo nos mantiene alerta...mientras todo acabe en sustos....se puede contar..
ResponderEliminarGracias, buen día, besos totales..
¡Hola!... ¡qué milagro leerte por estos rumbos! :) gracias por tus letras, saludos Don Vito
Eliminar