miércoles, 8 de abril de 2015

El Primer Día



Esta semana iniciamos nuestra nueva aventura.

Mi hijo de 1 año 2 meses de edad inicio su escuela.
Se encuentra en un grupo previo a maternal uno, debido a que aún no quiere soltarse por completo a caminar... supongo que él está bastante a gusto y conforme con que yo lo cargue todo el día o le preste mi dedo para que pueda sostenerse cómodamente. 

Es toda una aventura.
¿Sabían que tengo que etiquetar todas sus pertenencias con su nombre? Obviamente como buena madre diseñadora de profesión me puse a ilustrar sus etiquetas con su dinosaurio favorito, imprimirlas, recortarlas, pegarlas, etc etc etc. 
Después me encontré con la gracia de que la ropa también lleva su nombre, zapatos, hasta los pañales... una cosa que no tiene mas caso explicar. 

El punto aquí es que no es tan divertido como parece, todos los días me quedo frustrada con la duda de haber etiquetado todo como debe de ser y que no se me haya pasado nada, que mi hijo no vaya andar sin un zapato solo porque a su madre se le olvido etiquetarlo, ok... estoy exagerando, ok... no tanto.

Desde ir por la lista de materiales, comprar todo, ordenarlo, levantarnos mas temprano de lo normal para poder cocinar su lonche y volver a revisar que no le falte nada, despedirlo como veinte veces y darle todos los besos que pueda antes de ir a dejarlo... ¡es toda una odisea!.

Se que mi hijo es un bebé aún, pero soy de las personas que creé que entre mas temprana inicie su formación es mucho mejor, quiero que mi hijo tenga todo lo necesario, todo lo que yo pueda llegar a darle y la educación es un enorme tesoro que quiero que vaya descubriendo desde ya. 

El primero día fue todo un caos, empezando desde una noche anterior que no podía dormir solo de pensar que me iba a desprender unas horas de mi hijo. Después de no poder conciliar el sueño, después de un tiempo me quede dormida y obviamente no me quería levantar por la mañana. 

Cocinar, revisar su mochila, bañarlo, arreglarlo... ¡todo listo!
Subirnos a la camioneta y sentir esa cosa que no se como explicarles, ese algo que te quiere hacer llorar pero que mi cerebro en automático hacía que parara para no entrar como Magdalena a la escuela antes de dejarlo. 

Nos bajamos para entregarlo con la maestra, ella amable (obviamente, si no mi hijo no estaría ahí) lo saludó y le preguntó que como se sentía por su primer día, que si estaba listo. Lo cargó y se lo llevó una de sus asistentes. 

Y sí... veo como mi hijo se aleja entrando curioso a su escuela.
Bueno, ni adiós me dijo, y yo...con una lagrima en un ojo porque ¡el otro estaba muy ocupado observando cada paso de la maestra, de la asistente y de todo lo que estaba alrededor!

Nos fue bien, supongo.
No hubo llanto, no hubo dramas.

Mi hijo está creciendo... y yo también.
Te amo mi bebé

Susy

2 comentarios:

  1. A mi se me hizo un nudo en la garganta cuando mi nieta entró a maternal, sufre uno mucho y ellos tan tranquilos.

    Un besote

    (Recibido tu tuit, que amable).

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  2. Que lindo Su!!! Buen trabajo estas haciendo!!! Yo aun no suelto a mi princesa! al año entra a pollito, con 2 años. :D

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